Platicando anoche con Gabriela, mi hermana menor... me expresó su "preocupación" por mi estado de "Grinch"... Durante años, al llegar diciembre Gabriela toma como responsabilidad la ambientación (en todos sentidos) navideña de la casa y de los habitantes que ahi convergemos.
Saca el árbol, desenreda las guías, va a comprar los foquitos de repuesto... elige un color que predominará (este año es rojo), saca con mucho cuidado el nacimiento, busca un lugar adecuado para colocar el pesebre (desde el año pasado en alto, por aquello de la sana curiosidad de Sebastian), compra la corona de adviento... a adorna y corona la mesa del comedor con ella.
Definitivamente Gabriela es el espíritu de la navidad en mi vida... me encanta verla entusiasmada por una época que para mi ha perdido su encanto... hasta que la veo a ella afanada con los listones dorados, plateados y rojos (este año, la mayoria son rojos). Como ya sabe de mi desencanto por la época hasta se preocupa por buscar el cd donde estan los únicos dos villancicos que me gustan: "Adestes Fidelis" y "Gloria".
Y es cierto... soy como el Grinch, pero como sucede en la historia original... al Grinch se le ablanda el corazón al ver a una pequeña... a pues... asi me pasa... al ver a Gabriela, que desde muy pequeña le tiene amor a este mes... no me queda más que agradecerle que me recuerda que la navidad no solo es una marea de gente en un centro comercial ansiosa por deshacer el aguinaldo, sino un justo momento para compartir con ellos (llámese gente que me quiere y a la que quiero). Hasta tenemos costumbres que repetimos... vamos a ver las luces por la ciudad, cocinamos una receta nueva cada año... el año pasado fue un pastel, para este año no hemos decidido aún... y esas pequeñas cosas que no son exclusividad de mi familia, sino que lo hacen miles y miles de familias salvadoreñas, le dan un tinte menos grosero para mi de esta época... ¿les mencioné que este año la navidad en mi casa se pinta roja?
El domingo pasado fueron captadas estas imágenes... Sebastian ayudandole a su tía Gaby en el proceso de ser navideños, en una tarea seria y conciente:
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