sábado, 27 de diciembre de 2008

Requiem por un vínculo

Ayer, cuando recién regresaba a San Salvador, estaba reunida con Carmen para ir a gritar un par de canciones... cuando "cayó" un mensaje a mi celular.
"Murió Yolanda Taura" decía.
Me quedé unos breves segundos en blanco.
Yolanda vda. de Taura es la madre de un trío de locos que crecieron a la par mía... rebuscándonos en los vericuetos de la sangre resulta que somos primos. Eliza, Paco y Rafa, los hijos de esta valiente mujer, estuvieron presentes en mis días de infancia y adolescencia en el colegio. Paco se graduó un año antes que yo y por suerte, en varias ocasiones, me prestaba sus libros para no tener que comprarlos... en una de mis mudanzas descubrí que todavía tengo el "Werter" que en Primer Año de Bachillerato me prestó.
Tenía muchos, muchos años de no verlos... a Rafa lo había visto en una celebración de "no-sé-quién" hace un par de años, pero hasta ahí.
Anoche mientras nos reunimos toda la familia, toda! rescatamos recuerdos... y aquí estoy... fotografías dan testimonio de esta familia en mi historia familiar, enumeramos cumpleaños, primeras comuniones, fiestas de quince... en bodas, en velas.
Yolanda fue la esposa del tío más querido de mi papá, el tío Salva. Muy jóven quedó viuda gracias a la Leucemía, con valentía y coraje crió y educó a mis primos, todavía recuerdo vivamente cuando caminabamos juntos en el colegio a la hora de la salida: Paco siempre sonriente y Rafa un poquito mas peque con nosotros, arrastrando su lonchera. Recuerdo el gusto desarrollado por los panes con miel.
Pero sobre todo siempre recordaré a Yolanda por haberme presentado a Ramón Quintanilla un medio día, allá por 1985... cuando me llamó y al acercarme le dijo: "ella es la hija de Silvio"... fue la primera vez que ví a ese señor gordito tan parecido a mi papá, era mi abuelo.
En mi familia, que siempre ha sido disfuncional... Yolanda representó el vínculo que me ató a los Quintanilla, mi otra familia... la reconciliación de mi padre con mi abuelo se detonó por ese llamado que esta mujer me hizo ese mediodía y las consiguientes preguntas que me surgieron a mis siete años...
Mi abuelo se fue hace años, pero no importa, logré conocerlo y conocer a mis tíos, quienes de repente desaparecen, pero que cuando aparecen me hacen sentir tan cómoda como miembro de esta familia.
Anoche te fuimos a despedir Yolanda, le hicimos compañía a tus hijos que hora son una mujer y un par de hombres, estabamos ahí como parientes y como amigos y aunque la tristeza era grande, al menos yo me sentí agradecida de recordarte con tu eterna bata blanca de Laboratorio... con tu serena sonrisa y esa chispita extraña en tu mirada que oculta pequeños misterios por resolver.
Ahora te has reunido a tu esposo, seguro ahora devengarán en una eternidad todo el tiempo perdido en limitaciones humanas, ahora están juntos y como dijo mi papá... "estarán felices de encontrarse de nuevo"
Gracias Yolanda y saludos al tío Salva.

No hay comentarios: