miércoles, 24 de febrero de 2010

Leer la mente

De todos los superpoderes, es el que yo quisiera poseer. Pero no leer la mente de todas las personas. ¿Se imaginan lo aburrido y agobiante que sería? No. Solo leer la mente de algunas personas y en algunos momentos, digo... para no interferir en su privacidad mental.

Me explicaba alguien que leer la mente es una especie de telepatía, es decir... una empatía a nivel inconciente con otro ser humano, ya me ha pasado, pareciese que con algunas personas siempre hemos andado en sintonía, por ejemplo... con Norman, o con Robz, son los que más... hasta ahora se habían coordinado de alguna manera con mi mente. También recuerdo a Alexis, con quien hicimos un par de experimentos, hasta que nos dimos cuenta que nos daba miedo adentrarnos en el mundo del otro.

No sé si algún día tenga la disciplina, el tiempo y la capacidad de desarrollar esta empatía con otro ser humano, de momento disfruto en grande con la forma que tiene él de leerme la mente. Él... siempre parece percibir mis estados de ánimo, reconoce dichos estados y no se limita a pensar que estoy enojada... no.... "¿Tash trishte tía?"... qué pulso tiene de reconocerme la tristeza. Qué buen tino tiene este niño de leerme la mente, siempre aparece con algo en sus manos que me hace pensar en que tenemos un tipo de conexión extraoridinaria: un dulce, un juguete, el control remoto del tv, un libro, tito, una almohada, o me toma del dedo índice de la mano izquierda y me lleva hasta donde está eso que cree él que me hace falta para estar feliz... no sé... dicen que es así en los primeros años de vida de algunos seres humanos, ojalá que nos dure un rato más.

Querido Sebastian: sigue leyendo mi mente... y cuéntame más tarde... qué es lo que ves en ella.



The good old days, the honest man
The restless heart, the Promised Land
A subtle kiss that no one sees
A broken wrist and a big trapeze

Oh well I don’t mind, you don’t mind
‘Cause I don’t shine if you don’t shine
Before you go, can you read my mind?

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