lunes, 15 de febrero de 2010

Violencia

como si no fuera ya suficiente la que vivimos, mi retorcida mente solo me trae más violencia. Dice mi sensei que esa es mi perdición, que mi alma nunca encontrará paz debido a mi tendencia de perpetuar la violencia a escalas inimaginables para mis 1.53 metros.

Ya sé que no estoy en la adolescencia, paso más bien... la segunda adolescencia y esta mañana... amanecí con esta canción dándome vueltas... perturbador.

Lo que he notado es que luego de la violencia viene un remanso de tranquilidad bien raro... bien raro.

2 comentarios:

Minino dijo...

QUE TRUENEN LAS CACEROLAS!! (es que era eso o cumbos de leche ceteco que podía usar de batería)

KR dijo...

jajaja... de plano que eso tocaba buscar para armar alboroto.