Los detalles son tan escabrosos que escribirlos de nuevo, lo sé, me sacarán otra vez las lágrimas.
Noches como la de anoche me habían abandonado, desde hace años las imágenes que me visitaron anoche no lo hacían y yo no tuve... desde entonces... la necesidad de un abrazo nocturno, para espantar al espanto, para sacarme del terror, para traerme de nuevo al consciente y no tener miedo, y no gritar, y no esperar que otro se dé cuenta que mientras el silencio invade la madrugada yo no soporto el miedo.
La pesadilla peor... es no tenerte en noches como esta.
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