sábado, 17 de noviembre de 2012

Vamos a hablar del Príncipe Cáncer

Señor de los Pulmones, Varón de la Próstata,
que se divierte arrojando dardos
a los ovarios tersos, a las vaginas mustias,
a las ingles multitudinarias.

Mi padre tiene el ganglio más hermoso del cáncer
en la raíz del cuello, sobre la subclavia,
tubérculo del bueno de Dios,
ampolleta de la buena muerte,
y yo mando a la chingada a todos los soles del mundo.
El Señor Cáncer, El Señor Pendejo,
es sólo un instrumento en las manos obscuras
de los dulces personajes que hacen la vida.

En las cuatro gavetas del archivero de madera
guardo los nombres queridos,
la ropa de los fantasmas familiares,
las palabras que rondan
y mis pieles sucesivas.

También están los rostros de algunas mujeres,
los ojos amados y solos
y el beso casto del coito.
Y de las gavetas salen mis hijos.
¡Bien haya la sombra del árbol
llegando a la tierra,
porque es la luz que llega!

(Poema de Jaime Sabines)

1 comentario:

Clau dijo...

Espero que ese poema no sea por algo real relacionado con el tema. Soñé con ud anoche y me preocupa, porque la ví ajetreada, preocupada y ni siquiera me vio. No me gusta soñar con gente en esas formas, porque generalmente es señal que algo les está pasando.
Que esté bien.
Abrazo.