sábado, 10 de noviembre de 2012

Vicente

Fue fuerte, alto, chele y ojos claros, compartió el vientre con un gemelo idéntico pero al que nunca conocimos.

Hace veinte años se fue y yo siento como si fue ayer cuando nos regalaba, a mis hermanas y a mí, chocolates que sacaba de nosédonde... yo que odio los chocolates se los agarraba porque me ponía a pensar que a saber qué maromas hacía para conseguirlos y guardarlos bien para que nadie se los robara.

Tenía una línea directa de amor con él, decía que era la hija más amada de su hija más amada... con el agravante de ser prácticamente idéntica a mi abuela, su única esposa. "Son como dos gotas de agua" me dijo un día cuando yo era una adolescente de 15 años, la misma edad que tenía la abuela Sebastiana cuando conoció a ese hijo de español.

Hoy mi abuelo habría cumplido 105 años y de todos mis muertos, es al único que extraño de vez en cuando. Ya lo he dicho, siempre me pareció que tuvo nombre de poeta... solo escuchen.. "Vicente Hernández". Es como si la poesía, la bohemia y la rebeldía se conjugaran y dieran como resultado a ese hombre que tantas lágrimas le robó a mi mamá, pero también fue el que le impulsó a formar la familia que ahora ella tiene.

Querido abuelo, este día, siempre... desde que se me es permitido... tomo una cerveza a tu nombre.

Hace unos años escribí esto... si quiere conocer mejor a mi abuelo, del clic AQUÍ

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