domingo, 3 de marzo de 2013

Entender

Hay muchas cosas que no entiendo... ignoro tantas cosas, que... parafraseando... podría escribir una enciclopedia con todo lo que ignoro.

En parte eso es bueno, no saber ciertas cosas... es un ejercicio invaluable para sorprenderse. Una sabe que está viva si hay cosas que la sorprenden a diario.

Entre todas las cosas que trato de entender, debo clasificarlas en dos áreas: conocimientos y personas. Los conocimientos son todos esos datos, hechos, historias y sabidurías heredadas desde antiguas eras. Las personas... esa clasificación son simplemente las reacciones de los que nos rodean.

La clasificación que más problemas me ha dado es... personas. 

Por ejemplo, he tenido que pasar días y/o semanas en amplia observación de los que me rodean (familia, amigos y pareja) para "saber" qué dicen, cuando no dicen nada... entenderlos. 

Como cuando mi mamá dice que irá al super mercado sola y regresa renegando de que fue sola... ¬¬ ¿qué pasa ahí? Por suerte, aprendí a leer esas reacciones-acciones de ella y ahora nos evitamos conflictos y habladas. 

Por supuesto, tratar de entender a la gente, a vece, tiene su recompensa en cuanto a los demás a veces hacen el intento de entenderla a una... no niego que entenderme es un poco complicado, tanto que a veces, ni yo sola me entiendo... no me da pena decirlo, es una forma de aceptar mis carencias y tratar de resolverlas.

¿Cuáles son mis "señales de alarma" para cuando sé que algo no va bien con otra persona? Cuando en medio conversaciones aparecen frases como "es que es complicado", "no me molesta... pero...", "en serio, no hay problema..." Es como si un foquito imaginario y rojito se encendiera en la esquinita superior derecha del encuadre de mis ojos... es una verdadera señal de alarma, porque después, tarde o temprano, esas frases ya  mencionadas, rendirán los frutos en un  monumental regaño y/o reclamo.

Qué vida esta!

Este domingo, a parte de tratar de entender a los demás, de entenderme a mí misma... sumado a todo ese trabajal, me metí a tratar de entender lo dicho por mi doctor este viernes. Fue tan difícil. Porque resulta que el muy bandido dice todo como si de tomar botonetas se tratara y no... no es así.

Trato de entender, sacar un par de conclusiones y agarrar el teléfono y comunicar una decisión precisa y calculada, pero es imposible por una tan sola razón: No logro entender, ni los procedimientos, ni las causas, ni a mí misma. 

Después vendrá otra consecuencia de todo esto: entender lo que la gente que me rodea va a decir. 

2 comentarios:

Clau dijo...

Pero entiende, ud entiende.
Entiende tanto que se puede hablar con ud de 3 temas paralelos mezclados y agarra el hilo de todos, se rie cuando hay que reirse, se pone seria si el chunche amerita, regaña si hay que regañar.

Amé cada segundo de ese viernes y me quedé con nostalgia de tanto que se quedó en el reloj (puesí, no me lo quitó el tintero, sino el odioso tiempo límite)

Yo creo que solo ud me entiende en todas las dimensiones, porque no hace falta explicarle contextos, los agarra en el aire.

Y sí, después le va a faltar entender todo lo que yo le pueda decir de la decisión que vaya a tomar, porque curiosa como soy, ya lo habré buscado todo en mediline.plus antes que parpadee y tendré una tesis y dos maestrías al respecto para opinar.

KR dijo...

La voy a llevar donde mi doctor, para que usted le explique a él jajaja