jueves, 7 de marzo de 2013

La historia a veces es complicada.

Por una parte, la libertad de un pueblo latinoamericano está ligada a una palabra tan negativa. NO. Eso, cualquiera lo podría interpretar como una forma circunstancial de enfado con la vida. NO.

La historia de los dictadores de esta región encantada es tan diversa, es tan llena de asombro. Pinochet quería perpetuarse en el poder, como todo militarón, pero por presiones de política exterior tuvo que llamara  a un plebiscito, para "dar un espacio" a una mal trecha democracia y seguro de que ganaría, dio 15 minutos a la oposición para hacer su campaña. 

Es esa la base de la película NO. 

La vi hace unos días ya y me sorprendió en varias formas: primero porque su director tuvo la delicadeza de hacer real hasta el soporte técnico con el que filmó la película, usó cámaras de la época para que el resultado de la cinta fuera veraz al contexto. Por supuesto, de las otras cosas que me sorprendieron fueron las buenas actuaciones y un Gael García Bernal cada vez más adulto y menos sexual, más creíble, un padre soltero y un hombre creativo, capaz de comprometerse con una locura. 

Pero lo que más me sorprendió es lo que en realidad pasó. Creo que en mi memoria no hay registro de ninguna campaña publicitaria que con todo en su contra pudiera ser tan exitosa como el NO que dieron los chilenos al gobierno de Pinochet y que, como consecuencia, llevó a ese pueblo a elecciones presidenciales democráticas y con ello, a una transición a gobiernos de izquierda en el cono sur.

En lo personal, solo escuchando "Carmina Burana" de Carl Orff he logrado vibrar ante algo tan negativo, hasta ahora. Inevitablemente pensé en @FlorsyPower y su Manifiesto del No, en el que nos recuerda lo que ya vivieron los chilenos, nuestro derecho inalienable de no dejarnos joder por otros. El derecho antiquísimo que cada uno tiene de decir NO. de plantarse en una posición que busque el beneficio, no solo individual sino colectivo de un futuro mejor. 

La película estuvo nominada para el Oscar a mejor película extranjera, por supuesto, no ganó. Pero igual se las recomiendo. Hay algo en esta película que es hermoso y llama a cualquiera a decir NO y a esperar mucho más de la vida, aunque todo parezca en contra. 

No hay comentarios: