Muerte (según la buena wikipedia): es en esencia la extinción del proceso homeostático, por ende el fin de la vida.
Muerto, occiso, difunto, finado, palmado...
la calaca, la huesuda, la guadaña, la parca... a veces me da miedo, a veces me da nostalgia... y en mas de alguna ocasión ternura incluso.
Escatológicamente se espera la resurrección, escatalógicamente, otros esperamos que no duela tanto... que el juicio no sea tan severo... y que el alma no sea purificada tan estrictamente...
Para mientras... seguirán viniendo mas "2 de noviembre" cada año para conmemorar a nuestros muertos, unos memorables en la historia personal y otros memorables para el mundo entero...
Nunca voy a enflorar, no me gusta... tampoco asisto a muchos entierros.. y aunque confieso que estuve ligada de alguna manera con ese rito hace poco... lo dejé por falta de entrañas suficientemente fuertes para resistir tanta lágrima ajena. Pero hoy... si yo fuera a enflorar... visitaría a:
1. Sebastiana Palacios, mi abuela materna... fallecida hace 48 años y que me dejó un registro de ADN en la piel morena.
2. Ricardo Quintanilla, mi tío fallecido el 18 de septiembre de 1980, en una casa en la Flor Blanca, en un enfrentamiento con la Guardia Nacional.
3. Edgard Allan Poe, solo por el gusto de sentirme accidentalmente ligada a la muerte que el me enseñó en sus cuentos, cuando me aterraba en mi séptimo grado.
4. Edith Piaf, que según mi hermana tenía unas grandes ganas de morirse jóven.
5. a un par de jesuitas, que aún no han muerto, pero que me gustaría visitar cuando lo hagan... solo por el gusto de verlos enterrados... jeje.
Las respectivas disculpas a los otros muertos que no están en la lista... no es que no los considere... es que no me alcanzaría el tiempo... saben que aparecen intermitentemente en mi corazón y en la mente...
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