¿Cuánto me da?

¿Cuánto vale un buen bulto de libros? ¿cuánto dan por varios años de recorrido literario, por el cariño puesto en páginas de papel, por el descubrimiento de mi historia en la historia de otros?

La vida es ingrata. Es irónica y sarcastica. Y yo aunque me mentalicé durante toda la noche para convencerme que lo material no es significativo, en el último momento me tambalearon las piernas y se me llenaron de lágrimas los ojos.

¿Cuánto vale el cariño de mi corazón a las historias de García Márquez? ¿Cuánto vale que Virginia Wolf me diga que necesito una habitación para crear literatura? ¿cuánto vale que haya taloneado toditos los libros de Roque y mantenerlos ordenaditos y lejos del polvo durante todos estos años? ¿Cuánto... diganme cuánto? ¿Cuánto cuestan ahora estos libros hermosos traidos desde Guatemala, Cuba, Venezuela, Chile, Argentina, Estados Unidos? ¿Cuánto costarán los libros de fotografía, diseño gráfico, arte y literatura? ¿Cuánto, cuánto, cuánto.... cuánto tanto tiempo invertido a escudriñar la aventura de la teología, de la cristología, la escatalógica, la hermenéutica y el latin?

Y sobre todo... alguien que me diga... ¿dónde irán a parar todos mis libros?

Una noche tuve este sueño y cuando desperté lo califiqué como una horrible pesadilla... ahora se ha concretado. Todo se ha ido. Algo que verdaderamente amo se desprendió de mí, ¿o yo me desprendí de ellos? no lo sé. Siento un hueco extraño en el centro del pecho... como cuando se me murió mi perro favorito... como cuando mi mejor amigo me dio la espalda para dejar de serlo para siempre... como cuando me quería morir.

Por favor, por favor... si usted puede, si usted quiere... vaya, corra... compre uno de mis ex-libros, me dará gusto pensar que estarán mejor con usted o con quien de verdad logre amarlos como yo los amo. Para mientras, haré trabajo de luto... guardaré los $50 que me dieron por mis cajas fúnebres, me secaré las lágrimas y esperaré a que mi nuevo trabajo me dé lo suficiente para recobrar las fuerzas y mi colección.