jueves, 4 de febrero de 2010

Llamada telefónica...

realizada anoche, a eso de las nueve de la noche, con el hombrecito que amo y que me ama...

- Aló, tía... ¿po-qué no tas aquí?
- En dos días llego amor (en ese instante caigo en la cuenta que Sebastian no tiene noción de "días" y me sentí un poco tonta al pensarlo)
- No viste a "Osho, agente speshial"
- Cuando llegue lo vamos a ver juntos.
- mmm...
- ¿ya te pusiste la pijama?
- si, "tu" mamá me pinchó fijate
- no lloraste, verdad?
- no... no llodé, solo le hice "sssssssssshhhh" y cedé los ojitos.
- que bueno mi niño... tenes que dormirte ya.
- no cuedo....
- ¿¿¿por qué???
- ponque no me vas a dar el besito de guenasnoshes, vení a damelo... te lo esijo!
(para entonces yo tenía nudo en la garganta al escuchar su vocecita al otro lado, escucho que mi hermana le dice: no puede venir hijo, tu tía está lejos, después te lo va a dar)
- ¿y ponqué no venís?
- no puedo amor... andá a mi cama y agarrá a tito y que duerma con vos...
(en ese instante escucho cómo suelta el celular y cae al suelo, mi hermana lo levanta y me dice:)
- ¿qué le dijiste? Va corriendo para tu cuarto
- que fuera a traer a tito para que duerma con él.

Acabo de abrir mi correo y encontré un correo de mi hermana, dice que Sebastian no suelta el oso desde anoche...

2 comentarios:

Interbret dijo...

en esos casos solo se le dice con mucha autoridad "déjese de locuras y duérmase ya, no lo voy a repetir"...

funciona!

KR dijo...

jajajaa.... si viera que funcionó lo del oso también... y se fue a dormir temprano...

por lo general la voz de autoridad me sirve con gente que ya entiende... o que al menos entiende que me encachimbo si hablan babosadas. Con los niños no.

funciona!