miércoles, 8 de febrero de 2012

1987

Yo tenía diez años, era callada, bastante fantasiosa y ensimismada. Mi mejor amiga se llamaba Natalia y cursaba cuarto grado... mi madre, mujer previsora y maliciosa me acomodaba los lacios cabellos en una trenza francesa, tal cual la llevaba Debbie Gibson, yo cortaba mis jeans para tener "shorts" con dobladillo delgado a la altura de media pierna. Usaba de esas zapatillas blancas con punteras y la música empezaba a rondarme fuerte y tupido.

Tenía 10 años y la vida era sencilla, nunca me había enamorado y el vecino era un cipote tres o cuatro años mayor que yo y que se veía lindo las dos veces a la semana que lo veía mientras salía con su hermanito en brazos. El resto de la semana no sabía de él y tengo la impresión que no lo recordaba, solo los viernes y sábados por la tarde.

Mi mamá me compraba ganchos con moños de tul negro y yo me los colocaba a la altura de la nuca en un esfuerzo inútil y temprano de malicia, mi tía me traía blusones negros con puntos blancos para que la niña, o sea yo, pudiera estar a la moda y en esa mi lucha interna de ser niña, de ser preadolescente, de querer oír pop y de escuchar a los Doors en los viejos cassettes de mi papá, de saber de Mercedes Sosa y de Roque Dalton, de ver videos todos las tardes en el canal 6 luego de hacer mis tareas y de darle el café a mi abuelo... en el secreto de mi cuarto, me ponía esos aretes grandes y rosados que siempre dije odiar y al son de esta canción... bailaba como Debbie Gibson, puños cerrados y moviendo la cabeza, sin siquiera saber qué puercas decía. ^^

Quiero tener otra vez diez años. La vida era sencilla.


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