miércoles, 29 de febrero de 2012

No soy gay... pero como me gustaría serlo.

Soy heterosexual... oh si... me gustan los hombres... entre estos... los inteligentes son los que más me atraen... dejemos de lado la apariencia, aunque no niego que un par de especímenes masculinos con ciertas cualidades fueron de mi preferencia... ah... aquellos brazotes!! ^^

Pero el asunto de este post es casi un tema "político". Para mi, es (más) un tema de afecto.

No crean que por el asunto de la ratificación del matrimonio hombre-mujer que empuja la pendeja de Cardenal y los areneros en la actualidad es que escribo este post. El verdadero motivo es el afecto por que tengo personas muy queridas que son homosexuales y lesbianas. Simplemente son las personas que más han aportado a mi educación sexual y a mi compromiso con el combate de la ignorancia.

Siendo que estamos en campaña electoral, los candidatos por supuesto se han agarrado de cualquier bastión que les ha parecido adecuado... ejemplo... la ley de medicamentos, por parte de unos, y ahora la ratificación antes mencionada, por parte de los otros.

Que si hay mucha tela que cortar por la cuestión moral?... dejémonos de babosadas, conozco heterosexuales más depravados que todos los homosexuales que conozco todos juntos en orgía... pajas, quítenle lo de la orgía. ^^ La moral es una mierda, lo digo yo que estudié Moral Cristiana casi un año. Solo hay que ver que por la defensa de la moral se están atropellando los derechos civiles de cientos de personas... pero es bueno ser catoliquísimo y fanático opresor, discriminador y alienado, en vez de tener claras tus opciones y preferencias, de no dañar a otros, de no meterse en la vida de las viejas pendejas, para que ellas no se metan en la de los demás.

Terminemos el argumento político... toda esta bulla de nada sirve... no se está planteando una reforma a la constitución, sino una ratificación al código de familia. Van a dispensar los abogados, abogadas o aprendices de las leyes, yo no sé mucho... pero hasta donde tengo entendido ninguna ley puede contradecir a la constitución de la república, además, ayer por la tarde ya se hablaba de la creación de una "figura" legal que proteja las uniones civiles entre personas del mismo sexo en nuestro país.

En medio de todo el ir y venir de comentarios en el Twitter, en el Facebook y en las pláticas de cafetería... recordé la película de Harvey Milk, ese hombre profundamente valiente, desfachatado y consciente de su persona... a la hora de votar contra una enmienda de las leyes de Estados Unidos, que... oh casualidad... era un atentado contra los derechos civiles de los gays, lesbianas y transgénero... habla a un grupo de asustado activistas, les dice que tienen que salir del closet, ser valientes y promulgar que por ser minoría no son inferiores a ningún otro ser humano, además que todos los que los conocen, votarían contra la enmienda promovida por Anita Bryant. Dio resultado, en la película y en la vida real. Es cierto... ¿quién no conoce a un gay o una lesbiana? Aún sin que lo digan abiertamente.

Yo no estoy de acuerdo con la Regina de Cardenal, quien es una copia barata de la Anita Bryant de los años 70's. Mis valores familiares no son los mismos que ella promulga. Pertenezco a un núcleo familiar tradicional (padres, hermanas y ahora sobrino) pero ello no quiere decir que esa sea la estructura "oficial" es la que a mi me tocó y estoy feliz de ello, pero también he visto otras familias así estructuradas y tienen peores problemas que los que nosotros, los Rauda, podamos tener. Exijo respeto de parte de esta fundación que dice estar en pro de la vida y que es otra ong incoherente... exijo que no se metan con la decisión de otras personas, que si decido sobre mi cuerpo de mujer es asunto mío, porque venir de una familia que, con pros y contras, me ha educado  y acogido, me ha amado y los he amado, no me ha hecho querer ser madre y promulgo mi derecho de no casarme, de no tener hijos y de defender los derechos civiles de mis amados amigos y amigas que no tienen la oportunidad de protegerse legalmente en sus uniones.

Hace años dejé de creer en la Iglesia, es obsoleta, incoherente y además... represiva. No busca el desarrollo humano y señala con su largo dedo acusador a todos aquellos y aquellas que no estamos de acuerdo con ella. Que me excomulgue de una vez por todas si quiere, pero mi experiencia personal del amor va más allá de la figura paternal de un dios que no se manifiesta en otro amor que no sea heterosexual.

Anoche leí un artículo de Julia Evelyn, coincido en algo con ella... la democracia la construimos todos y todas, heterosexuales, gays y lesbianas, todos y todas votamos, yo había decidido anular mi voto y ahora... ahora lo estoy reconsiderando, ¿por qué? Porque esta gente que defiende aguerridamente a la familia, nunca ha defendido ni a mi familia ni a ninguna otra en este país, porque nunca ha defendido a mis seres amados y nunca lo hará. Los otros, los pseudo izquierdistas... son flojos en sus posiciones, tibios en sus plantemientos y sé que poco se podrán interesar también, pero al menos están al otro, diciendo, no vamos a votar por eso, aunque sea por votos.

Yo no soy gay, pero tengo amigos, amigas que lo son y quiero saber que se les respeta sus derechos civiles.

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