Nada es fácil, pero tampoco es difícil
tal vez pueda ser complicado,
pero no temo al ruido.
Superar a la que soy
nunca ha sido mi deporte favorito
me entero, de repente,
que tengo demasiadas sombras detrás de mí.
Buscar el consuelo del tiempo
tampoco me ha facilitado el mundo.
No es correcto que lo diga
pero no creo en muchas quimeras.
Me pasé la infancia leyendo
ejemplos de las personas que siempre quise ser,
me pasé la adolescencia
escribiendo la vida que deseaba,
me pasé la juventud
besando a los hombres que creí adecuados...
Hoy me niego a todo ello.
Tomo mis pertenencias
y me dirijo al viento
al atardecer, al horizonte,
a las nubes, a la galaxia plena,
a veces siento que solo ahí pertenezco.
Desde acá
la vida me llega presurosa
y yo le contesto como ella misma me enseñó a contestar
desatándome el cabello
para que la noche cubra mis miedos
y yo poder alzarme hasta allá.
1 comentario:
Muy lindo!
saludos!
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