jueves, 18 de julio de 2013

¿Cómo sobrevivir a la convalecencia de un accidente sin morir en el intento?

Sexto día después del accidente, como buena imprudente que soy ya me saqué el collarín y ando por la vida como si no tuviera un par de chichones en la cabeza y el cuello adolorido, sin embargo... luego de un par de autoevaluaciones llegué a una conclusión: soy macha y ya puedo ir por la vida sin ayudas médicas.

Consecuencia: dejé de tomar las medicinas que me dieron en el hospital que me daban sueño pero que me sumergían en una sensación placentera de nulidad del dolor.

Error.

Esta tarde, luego de ir a comprar mis otras medicinas (las del tratamiento que ha funcionado muy muy bien luego de siete meses de sufrimiento de ginecólogo en ginecólogo) regresé a la casa y me fui a acostar porque empezaba a sentirme "algo cansada" de caminar esas 8 cuadras entre la farmacia y mi casa. Lo bueno fue cuando me quise levantar.

No grité porque recordé que... soy macha... y las machas no gritan por dolorcitos de morondanga. u_u

Por supuesto, el dolor de cadera persistió hasta un punto en el que emitió un tronido y mi posterior toma de la dichosa pastilla que me lleva a otros límites de la conciencia y lejos del dolor.

En serio, una no debería andar tomando decisiones sin antes tomar sus medicamentos. Permiso... iré a dormir un rato.

2 comentarios:

Ligia dijo...

Nomb'e, chera, cuidáos. Qué fuerte lo del accidente; un abrazo grande pero no muy apretado, deseando que te recuperés pronto.

KR dijo...

Ay querida... vieras que no ha sido mi semana u_u