miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cuando la tristeza ronda

De todas las emociones creo que la que más conozco es la tristeza. Quizá sea que me ha acompañado demasiado tiempo ya.

Existen toda una variedad de tristezas, están aquellas que son como lluvia fina y suavecita, como para recordarnos que tenemos piel, está la tristeza fuerte y dura, que nos duele y que nos provoca un llanto desmedido. También la tristeza a través del tiempo, que es aquella que aparece de cuando en cuando y que nos trae recuerdos que creímos olvidados. La tristeza del que se ha ido para no volver y de los que ya se fueron y que no quieren volver, la tristeza de caer en la cuenta que los cálculos nos han fallado. 

Los detonantes son tan distintos también, a veces la tristeza viene por un novio que es un patán, o porque no nos va bien en la oficina, viene pegada a la piel de una madre o un hijo, posiblemente también porque una está predispuesta a la depresión continua según una psiquiatra o porque el cielo tiene demasiadas nubes hechas girones. Porque se es incapaz de pedir una disculpa o por la incapacidad de poder perdonar algo que nos hicieron... aunque se deseara... Ciertamente la tristeza trae cierta pesadez, de la cual no sabemos ni cómo tratarla y en estados así solo quisieramos gestos o una palabra que nos hagan saber que todo estará bien. Que esta lluvia finita que nos moja en seco, que este viento que se lleva nuestras cometas demasiado lejos y las pensamos perdidas de repente se irán un rato y nos dejarán listos para cuando regresen.

Hoy estoy triste. Vos también... varias de mis amigas andan así y Gabriela también tiene un golpe de nostalgia. A lo mejor sea algo en el ambiente o que simplemente todos tenemos circunstancias particulares que nos dejan el corazón un poco estrujado. No importa. Te mando un beso y esta tristeza hecha canción. 


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