Anoche acompañé a mi papá a hacer una visita que él no quería realizar... se aburre dice, en realidad no lo admite, pero no estamos hechos para hacer visitas y menos a gente enferma.
Como mi tiempo con la familia es limitado, se aprovechó un poco y me chantajeó un poco para que lo acompañara. u_u. ¡Cómo te mal crío padre!
Dirán los entendidos en relaciones padres/hijas que eso de los chantajes afectivos van en doble vía. Puede que sí, pero no pueden dejar de admitir, los padres... que nosotras... las hijas, les prodigamos esa compañía casi-subversiva... donde la complicidad va más allá de ir a comer sorbete juntos y a escondidos para que los demás no se den cuenta, o cuando una entra a casa a las 3 a.m. en evidente estado etílico y lo encontramos sentado viendo Animal Planet y una le suelta frases como "me da pena... porque vengo a ve&%a" o esas fotos que dicen que una vez fueron al parque infantil y una sostiene un enorme algodón de azúcar y él tiene zapatos cafés.
Dirán estos expertos, que a su vez son padres de otras hijas, que una los chantajea... pero resulta que son los únicos chantajes (mutuos) que son soportables.
Mi padre es malo con las palabras, dice él... mi hipótesis es que tiene tanto amor para sus hijas que no encuentra cómo describirlo. Yo no se lo digo muy seguido, pero él lo sabe. Le amo.
1 comentario:
Mmm, ya te he dicho que el chantaje emocional es una fuerte relación entre padres e hijos y... se da más con las hijas.
En mi caso ya le dije a mis hijas que ellas son responsables de mi futuro.... jajajajaja
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