No es que el insomnio se hubiera ido, solo que he tratado de vivir en el mundo real más que en el virtual como siempre, digo... a veces es interesante hojear libros de verdad y no leer desde un monitor.
Hoy caí en la cuenta de todo lo que tengo que hacer, ¿cómo es posible que tenga tanto trabajo resagado si siempre paso trabajando? No lo sé. De repente tuve la sensación de estar desbordada. El trabajo ha abundado (menos mal), los favores solicitados no han faltado, los compromisos han sido intensos y de remate Lelouthan me ha mantenido entretenida buscando financiación para nuevos sueños.
Y heme aquí, con la presentación del libro pospuesta NUEVAMENTE, pensando en el desastre que soy a esta hora de la madrugada, escuchando a Aute, recordando que prometí realizar mis tareas del taller de literatura creativa y que no he cumplido mi promesa, deseando tener más de dos días seguidos de verdadera vacación y de remate... con el corazón un poco acongojado. No sé. Supongo que es mi naturaleza conflictiva la que me lleva a discutir con mi madre, el no entender para nada a mis hermanas y solo susurrarle a mi papá que me siento cansada.
La luna está creciendo, mientras se vuelve gorda cada noche, se va tornando más amarillenta a esta hora. Inevitablemente pienso en él, no importando en su nombre, o su figura. Pienso que a lo mejor sería bueno tener alguien en "sistema de apoyo", pero no como antes... ni como suelen pensar que es lo adecuado, sino una de esas personas que con solo verme sepa no lo que pienso, sino lo que estoy sintiendo, algo así como un "bluetooth" emocional.
Heme aquí escribiendo estupideces nuevamente, en el silencio inmenso y el calor sofocante propio de este tiempo, pensando que todo puede ser más sencillo y añorando una vida básica donde el corazón no se me desboque, sin que me inunden las sensaciones, con la capacidad de cerrar los ojos y soñar que soy un ser menos complicado.
Las 2:27 a.m. no es una buena hora para mi, nunca lo ha sido.
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