Como parte de la tarea que le dejaron a Sebastian, a raíz de la celebración del día del cuido del Ambiente (no digan "medio ambiente" me dijo la mitad del departamento de comunicaciones de la funda) le encargaron que sembrara una plantita en una macetilla y que la cuidara. Si, a mi sobrino que ayer cumplió 4 años... (¬¬)
Larga fue la búsqueda para encontrar la planta adecuada, el clan Rauda Palacios salimos cada quien por su ruta habitual a buscar la dichosa planta... variada fue la oferta: una veranera enana, flor de las 11, una humilde chula y un camaroncillo amarillo... pero de repente, mi mamá llegó con la ganadora: un girasol enanito.
Fue tan impactante su exuberante personalidad que todos decidimos que esa era la planta adecuada, a pesar de saber que pronto moriría... digo... un niño tan temperamental, olvidadizo e impaciente como mi sobrino no es garantía de un jardinero fiel. Con especial amor, él y su madre sembraron el girasolito en su macetilla, chiquitilla como ambos (flor y jardinero).
Anoche cuando estábamos celebrando el cumpleaños, haciendo un mural en su cuarto, Sebastian se acordó de su girasol y me dijo que quería que estuviera presente. ^_^ Amo a mi sobrino. Resulta que si es un jardinero fiel, ha estado pendiente de darle aguita y de ponerle esas chibolitas de colores (que su mamá le explica y le explica incansablemente que se trata de abono) para que su flor permanezca.
Esta tarde calurosa recordé el girasol de Sebastian, pensé en su particular forma de ser y por supuesto... él siempre está ligado a canciones que me gustan.. apareció esta.
Porque Sebastian es como ese giraluna que se da cuenta que no es como sus hermanos que siempre ven al sol, él prefiere soñar con cosas más allá, que pretende el amor más grande.
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