Ella es mi antítesis, mi opuesta, mi enemiga, mi némesis... ella es mi reivindicación, mi salvación y mi karma, mi alegría, mi cura y mi enfermedad.
A veces quisiera llevarme mejor con ella y en tiempos de acuerdo mutuo de paz disfrutamos tanto la una de la otra.
Sé perfectamente bien que no me entiende, yo dejé de intentar de entenderla hace muchos años y simplemente amo lo que amo de ella y odio lo que odio de ella, quisiera que ella hiciera lo mismo, pero no , ahí está siempre queriendo cambiarme, deseando que yo deseara tener la vida que ella siempre deseó, manteniendo sus altas expectativas sobre mi vida.
No me mal entiendan, la amo y esa forma suya de retarme ha logrado que siempre busque ser mejor y hacer mejor las cosas, aunque no sea "a su estilo", sé también que muchas veces la he defraudado y que en otras ocasiones la he hecho sentirse feliz.
Ninguna cambiará ya, si a caso habrán reajustes en las cuestiones básicas, pero nada más... y eso, de alguna forma, me reconforta.
Feliz cumpleaños mamá
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