Todos tenemos un Trachimbrod

Anoche fui con una amiga a la presentación de la película "Todo está iluminado".

El año pasado, esta misma amiga me prestó el libro y fue toda una revelación, y aunque ya sabemos que no es lo mismo leer un libro que ver la propuesta cinematográfica... la película me dejó satisfecha.

Como se trataba de un cine forum, luego de la película se tuvo un momento para opinar sobre la obra. Desde luego se habló de la relación de la memoria colectiva ante los conflictos de los pueblos, pero también se dejó en el aire la idea de la memoria personalizada, de cómo la vivimos, de cómo la sufrimos, de como nos construye como personas.

Dos de los personajes de la obra son coleccionistas, uno colecciona cosas familiares, otra colecciona cosas de un pueblo arrasado durante la Segunda Guerra Mundial... ese pueblo era Trachimbrod. Ambos personajes se encuentran y complementan luego de un viaje y búsqueda bastante "rígida" por parte del primer personaje. 

Este viaje ya lo he realizado, Myrna, mi amiga y mentora dice que mi viaje aún sigue, sin necesidad que me movilice... ando siempre en búsqueda de algo o de alguien que termine de contestar algunas preguntas que siempre ando en la bolsa trasera de mi pantalón... supongo que quiero llegar a mi propio Trachimbrod, ese lugar que no existe más para los ojos de los demás, pero que para mi encierra el inicio de toda mi historia personal. En el fondo sé que existe y a pesar de haber pensado, en algún momento, que ya he llegado, no es cierto... me faltan piezas del enorme rompecabezas que significa esa colección eterna de mi propia vida.

"Por si a caso" se llamaba una de las cajas de colección de una misteriosa mujer, yo también tengo un cajita de madera que se llama así... la tengo desde hace diez años, siempre que me muevo de lugar, va conmigo, por si a caso, como esperando la oportunidad adecuada para abrirse y dejar ver su interior porque también me da miedo olvidar.