lunes, 11 de febrero de 2013

El anillo

Aunque les parezca raro a algunas personas, resulta que soy persona de poner significados a ciertas cosas, son como "recordatorios" para no pasar de nuevo por errores o simple recuerdo de cosas buenas.

Hace muchos años tuve un anillo de madera, era símbolo de mi compromiso con la iglesia, porque tuve una época en la que creí que creía y era parte de una estructura. Luego me enteré que yo soy yo y mis circunstancias y que pocas son las formas o las personas las que me hacen sentir que soy parte de una comunidad o que me generan sentimiento de pertenencia, en fin, ese anillo dejó de tener significado cuando asumí una forma de vida que no es compatible con la religión.

Pasé diez años sin usar anillos.

En noviembre pasado me tocó vivir unos días bastante "malos" (entre comillas porque en realidad no es esa la palabra, pero no encuentro otra), Emmety me sacó a que me diera el aire porque me sentía desmoronada y llegamos a la plaza, donde habían ventas de artesanías. Ahí lo encontré, era un anillo de madera, justo de mi medida. Pensé que es tan difícil encontrar anillos de mi talla y como no quería pasar de nuevo por lo que estaba pasando en ese momento, me pareció buena idea comprármelo para recordar. Así que desde el 22 de noviembre tuve el anillo en mi mano derecha. 

Pasó el tiempo y yo no dejé que me ganara ni la tristeza ni otras formas de expresiones humanas. No sé por qué, ni cómo, pero las cosas se resolvieron y entré en una "normalidad" con la que me siento cómoda. Alguien me dijo... "era cuestión de ordenarse".

Pero resulta que el anillo se quebró.

Ayer se quebró. La madera no es resistente y por el uso y los golpes diarios se fue rajando hasta que ahora está dañado seriamente. Coincide el hecho de que yo terminé de ordenarme, al menos en una parte de mí. Porque resulta que yo también necesito tiempo para pensar, para sopesar, para decidir otros rumbos o para, simplemente, seguir la misma ruta. También necesité ese tiempo que, de alguna manera, siento que está por llegar a su fin.

Posiblemente la gente no note los susceptibles cambios que una tiene, suele pasar que nadie se fija porque esos cambios son modificaciones para no seguir en actitudes viciosas o dañinas para una y para otras personas. Eso es bueno, una crece sin hacer bulla o al menos lo intenta.

Ya no tengo anillo, pero tengo más claridad. El significado ahora es otro. 





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