miércoles, 8 de mayo de 2013

Confieso

Porque no hay más remedio,
porque confesarlo es solo una forma de sobrevivir.
porque ¿ya qué?

Nada casi tiene sentido,
a lo mejor estoy aburrida,
no de vos, sino de mí.

Así es,
eso es, estoy aburrida de mí.
De esta tristeza que se esconde once meses
y sale toda y con fuerza cada mayo.
Hace años me deshice de toda deidad,
eso me dejó sin el consuelo de oraciones perdidas.
Hace años me abandoné a medio mayo,
desde entonces todo se quema en esta alegría
que no me pertenece,
que no me satisface,
que no me deja vivir en paz.

Te lo confieso amor,
estoy aburrida,
no de tu tiempo, sino del mío
que no parece mejorar,
no de tu vida, sino de mis ardores,
de este indecente corazón
que insiste en que hay mejores cosas que mayo.

Estoy harta de este dolor,
de este asalto de lágrimas nocturnas,
de estas nubes que no llueven.
Harta de mí,
de mi incontenible sangre,
de mi útero ingrato.

Cansada de los buenos propósitos,
de esta desidia que me acompaña desde hace semanas,
de este ruido interno que no me deja ser encantadora.
de mis manchas, de mis defectos, de mí.
Estoy cansada de mí.

¿Existe algo que me llene de alegría?
¿que me deje canciones esperando
para cuando todo vuelva a vivir?

Todo se reduce a promesas, amor.


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