Mi papá sigue en el hospital, el miércoles nos alegraron al decir que le darían el alta... a estas alturas es viernes y lo que hicieron fue trasladarlo a un área "mas estable", por supuesto eso se traduce a pasar ahí días, semanas y en el peor de los casos, meses.
Faltan 16 horas para que mayo se termine y no veo que quiera dejar de joder. Es un ingrato. u_u
Esta mañana fui a visitar a don Oscar, lo encontré bien bañadito y pidiéndome un peine... como si yo fuera mujer de peines y esas vanidades... nos sentamos un rato a conversar mientras le ponía los calcetines, como siempre, ya hizo amistad con todos los demás enfermos al rededor, mis hermanas salieron a él en lo sociable. Me regañó porque anoche me agarró la tarde en San Salvador y me tocó irme en el último microbus. "Imaginate que pase algo... ¿quién te va a auxiliar?" me dijo. Me dio tanta ternura.
No le dije nada, ¿qué le iba a decir?, solo un... "voy a tener cuidado, no te preocupes", pero es mentira... se preocupa, aún estando jodido, tirado en la cama, está pendiente de que le avise si ya llegué al Serengueti, que si le he regado las plantas (aún viendo que ha llovido como era diluviana), que si Sebastian le ha dado las lecciones a la maestra, que si mi mamá se ha tomado las pastillas, que si Gabriela ha ido a sus clases de inglés, que si Lorena está bien. Decirle "no te preocupes" es casi desconsiderado de mi parte, pero se lo digo.
Anoche Sebastian andaba acongojado, soltó un melancólico "no viene mi papí" antes de irse a dormir, lo extraña mucho, extraña ese momento de camadería abuelo-nieto, en el que mi papá le cuenta los mismos cuentos que me contaba a mí cuando era niña.
Yo no le digo esto a nadie, mucho menos a alguien de mi familia, pero he tenido el mismo sentimiento repentino y horrible que he tenido momentos antes de que otras personas hayan muerto, quiero pensar que es solo mayo chingándome la psique. Pero si, debo admitir y decirlo (aunque sea por escrito) que tengo esa sensación que tuve cuando el papá de Lelouatan murió, esa inminencia de una mala noticia. Ya saben que soy una fatalista, pero en el fondo es que solo quiero estar preparada para cualquier cosa.
Y no es que le desee la muerte a nadie y menos a él, porque al final una sabe que la muerte es una cosa natural que sucede y ya... solo eso... sucede, es parte de estar vivos. Pero entonces... pienso... que debo estar bien con ese hecho, que igual no sé qué voy a sentir en el momento, pero que algo se va a detonar y no voy a saber qué hacer con esa tristeza.
Esta mañana fui a visitar a don Oscar, estuvimos platicando de todo y de nada, al despedirme me dijo... "no me han dicho cuándo voy a salir" y lo mencionó con la misma melancolía que vive su nieto y con la que yo escribo estas letras y escucho esta, que es parte de nuestro soundtrack oficial.
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