La semana pasada fue rara. Llena de trabajo, de casualidades, de golpes, de gripe y de muerte.
Si, de muerte... pero de eso hablaré en otro post.
Hoy hablaré de una mera casualidad.
El día martes pasado estaba programada la inauguración de la retrospectiva de uno de los maestros (vivos) de la plástica salvadoreña... y pues tenía que ir. Le digo a la Ely que me acompañe, que no vaya a clases y que no me deje sola, odio ir sola a eventos sociales. No me encuentro y ni siquiera me doy cuenta a la hora en que me pierdo y empieza a buscarme.
Soy una mala influencia en la vida de la Ely... muchacha tan aplicada y responsable... me dice que si. Bueno... vamos a mi casa para cambiarme pues anda totalmente fachuda.
Al llegar a la calle principal de mi municipio nos damos cuenta que ha habido un incidente violento, un pnc se nos acerca y nos dice que no hay paso... "¿cómo así?"... no podemos pasar y es la ÚNICA vía hacia mi casa. Estabamos pensando en que la luna es de queso cuando llega mi hermana y el bello Sebastian... Ely y yo nos decidimos a caminar hasta mi casa... nos separaba un kilometro de caminata... parqueamos en un lugar seguro a la "Burbuja Feliz", la Ely se cambia los tacones por unas sandalias cómodas, agarramos nuestras carteras y empezamos a caminar.
Luego de la caminata, llegamos a mi hogar, me metí a la ducha, me cambié y cuando andaba dando vueltecitas le suelto a la Ely... "no viste donde dejé mi cel?", "Te lo voy a timbrar" me dijo... agarra su cel, marca a mi número y paramos las orejas... nada... silencio... lo lógico es pensar que dejé mi cel en el carro de la Ely, no me preocupe y seguí alistandome.
Bueno, regresamos al carro... al subir, le digo a Ely... "hey... no veo mi cel, timbrame" ella lo hace... y empieza a sonar... y suena... pero lejos... lejísimos... como si... como si no estuviera en el carro, ¿donde estará?
Ely extrañada abre la puerta del carro y el sonido se hace más fuerte y claro... el cel está fuera del carrito! Nos bajamos y empezamos a ver los al rededore... al fin dimos con él... estaba en la cuneta, justo a la par de la Burbuja.
Mi celular estuvo más o menos una hora tirado en la calle, muy cerca de una multitud de curiosos del incidente que nos obligó a caminar mas de un kilometro de ida y otro de vuelta. Ha sido milagroso que nadie lo viera y lo llevase en rumbo desconocido... además... ¿se imaginan qué hubiera hecho yo si se me piede toda la base de datos que tengo ahi justo en una semana tan agitada?
Por primera vez... no perdí mi cel.
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pd. Luego de este momento de distracción extrema y de suerte rapaz... Ely ha declarado que mi historia con los celulares será conocida hasta por mi descendecia en tercera generación, convirtiendome en una especie de mito fatalista.
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