jueves, 21 de enero de 2010

3 a.m.

Hora de miedo y temor, de frío y calor, de soledad y compañías (aunque sea a distancia). Para algunos las 3 de la mañana es la hora en la que los demonios se materializan en nuestro mundo material, para mí, es la hora de convertirme en otra mujer, muy distinta a la que soy durante el día... a las 3 a.m. soy Alicia o Campanita, también soy un súcubo o una arpía, he sido apasible remanso o tormenta festiva, sospecho y me declaro inocente, a esta hora sufro de frío y busco la manera de guardarlo en tus bolsillos, la sangre me galopa en otro ritmo y el mundo armoniza con mi extraña naturaleza.

Las tres de la mañana es otra dimensión, es otro mundo, es otro cielo y un infierno de sesenta minutos; esta hora tiene huesos y víceras, es de anonimatos y de mapas olvidados en mi memoria, de versos y llanto, de café y risas desatadas, de pintura en mi paleta y de aprendizajes, del silencio poderoso de tu cuerpo en descanso y la intensidad de mis letras.

Siempre me ha gustado esta hora, porque es buena para rezar, para batallar y para aterrizar, para buscar y encontrar las mejores excusa, las mejores opciones y para las mejores despedidas.

Esta hora es genial, para irme a dormir y estar segura de que soñaré contigo.

2 comentarios:

iba pasando dijo...

súcubu, interesante.

KR dijo...

jejeje... corrigiendo,es súcubo.... ^^

Y si... interesante, jeje