viernes, 29 de enero de 2010

Y yo...

que soy muy emocional-pasional, no logro mutarme ante tus lágrimas, tus reproches no me espantan y me vuelvo un cuerpo frío en tus abrazos... te veo como una niña haciéndome pucheros, no me sacas suspiros, pero... aunque admito leve alteración, no te la muestro y eso te altera a ti.

¿Cómo llegamos a este punto? Vos con espada desenfundada y yo con gillet para defenderme, vos deseando a otra mujer como hija, y yo siendo bien distinta a tu hija inicial.

Vos no entendes y yo... ya no quiero explicarte.

Nunca te lo digo, pero es cierto, te quiero.

No hay comentarios: