jueves, 28 de junio de 2012

16

A esa edad uno se cree sabio sin saber nada, el mejor amante sin haber besado nunca, explorador en sus propios terrenos.


En lo personal, odié esa edad, pero eso es porque yo soy una odiosa: sin embargo, es mi edad favorita para los cipotes con los que trabajo... Porque a esa edad nada se puede perder y todo es una ganancia.


La creatividad, el ingenio y la insensatez son armas que los inmortaliza... todo parecería genial hasta que alguien me cuenta tu caso en el hospital: 16 años y una bala incrustada en tu cabeza y fuera de todo análisis coyuntural y de estructuras que puedan justificar la violencia social, lo que me queda entre ceja y ceja es que nunca nadie podrá saber de todo tu potencial.


Sabemos que no vivirás, será hoy o mañana o cuando todas tus fuerzas le arrebaten la oportunidad a la muerte, pero igual... otro día, tarde o temprano, vendrán tus asesinos a rematarte con otra bala en la cabeza.



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