Ayer platicábamos con Jenny, no recuerdo de qué cosa, mientras ella estaba en la compu y yo preparaba la ensalada para almorzar, cuando de repente me suelta esta frase:
- "Anoche me costó dormirme, y cuando ya estaba acostada recordé que ahora es tu último día acá... y me puse muy triste"
Yo, que me creo de acero inoxidable y soy más blandita que masa recién hecha, no tuve más remedio que aceptarlo: Quiero mucho a mi amiga, mi compa de aventuras, la mamá de Carlita, la esposa de Marcelo, la nuera de Myrna, la venezolana, la que hace arepas, la valiente, la fuerte, más fuerte que yo, la periodista, la empresaria; esta mujer, que durante semanas me recibió con una sonrisa en el rostro y cuando me despedía por las tardes me recordaba con insistencia: ¡Descansa!, la que se alegra porque me ve alegre luego de tanto tiempo de tristeza, la que me da consejo, la que insiste en verme linda.
Y aquí estoy, inserta en la madrugada, en la lejanía... es curioso cómo el corazón llega a extrañar, aunque esta ausencia sea solo temporal, aunque no sea mucha la distancia que nos separa, pero tiene razón Miguel... todo radica en que "te tiene cariño".
Nos vemos el lunes querida Jenny.
2 comentarios:
Pues varios te extrañamos... suena raro yo sé, pues no es como que te viera a diario. Además en este país chiquitito las distancias son tan cortas.... que casi es pecado decir que estás lejos.
Un abrazo a la distancia!
Karla, qué hermoso, hoy Carlita se extrañó al no verte llegar a buscarla al kinder, como cada tarde. Sabemos que estás bien y que en esta nueva aventura será todo excelente. Nos vemos el lunes.
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