A pesar de practicar, medianamente, la prudencia, a veces me descoco y digo lo que no debo.
O será como dice una amiga, "todo depende de a quién le digamos lo que nos acontece".
Hoy me acontece que no tengo paciencia, no quiero escribir algunas cosas, no siento deseo de contestar algunas cosas. Resulta que hoy he vuelto a odiar los domingos. u_u
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