Odio planchar, no saben cuánto... ese odio solo es superado por mi odio a los militares y a los anfibios...
Planchar, a parte del calor que me provoca, también es tedioso, aburrido y durante años y años fui la encargada de planchar la ropa de todo mundo en la casa materna. Por supuesto hacía trampa y planchaba solo la ropa de los demás, la mía... solo aquella meramente necesaria.
Planchar es un tormento, pero también... al menos en mi experiencia... fue una especie de servicio a la comunidad, ver mis hermanas y papás bien planchaditos me daba un cierto orgullo familiar, sin embargo, nunca se enteraron de lo mucho que lo odio. Como muchas otras cosas, no se enteraron nunca.
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