sábado, 4 de agosto de 2012

Irse de este país.

La realidad de la migración nos toca a todos, de alguna u otra forma, por una razón u otra, cada salvadoreño y salvadoreña tiene un pariente o amigo que se fue buscando mejores condiciones de vida a Estados Unidos y últimamente a otros países no tradicionales... como Italia, Holanda, Suiza y España.

No me salvo de esta realidad, desde hace tres años una de mis tías más cercanas vive en Bostón, ella se fue "legal" pero cuando terminó su visa se convirtió en indocumentada... su hijo menor la acompaña desde diciembre pasado, él hizo el recorrido torturoso de los inmigrantes indocumentados por tierra. Se tardó dos meses en llegar.

Hace quince días se fueron dos personas más: dos de los alumnos de la escuela en la que trabajo. Ella en mejores condiciones que él.

Ella tiene parientes que hace años se fuero pal norte, ahora que se graduó de bachiller, la han mandado a traer un año para que vaya y estudie inglés y luego pueda regresar y retomar sus estudios en teatro acá o en otro país donde sí se pueda pensar que ser Actriz es un trabajo decente y bien remunerado.  Ella tiene todas las de ganar y nada que perder. Llegó a su destino y está disfrutando todo un nuevo mundo de aprendizaje y experiencias.

Él tiene la misma edad que ella, sus posibilidades económicas son un poco más adversas, cultivaba una milpa y asistía a la escuela por las mañanas, por supuesto él se fue ilegal... no sabemos nada de él, él lo tiene todo para perder... y aunque me alegra que ella esté bien, es él el que me pone a pensar, el que me pone a recordar la realidad que no me gusta, el que me dice, con su ausencia, que este país está a punto de irse a la mierda y que pocas oportunidades tenemos para evitarlo.

Por mi parte, nunca, nunca... NUNCA he pensado en irme del país, cuando pienso en viajar, siempre pienso en regresar, solo ir y conocer, ver lo que tengo que ver y luego traer todo eso que mis ojos ven y asentarme en este terreno ingrato que me vio nacer. No es que  no tenga miedo, no es que no tenga necesidades económicas, no es que no desee más de la vida, es que no puedo pensarme en otro terruño, tal vez sea una forma de "pobreza mental" como una persona me dijo un día de estos. No lo sé.



Unas piernas que respiran… 
veneno de serpiente… 
por el camino del viento… 
voy soplando agua ardiente 

Tengo tu antídoto… 
Pal’ que no tiene identidad 
Somos idénticos… 
Pal’ que llegó sin avisar 
Tengo tu antílico… 
Para los que ya no están, 
para los que estás y los que vienen 

Tengo tu antídoto… 
Pal’ que no tiene identidad 
Somos idénticos… 
Pal’ que llegó sin avisar 
Tengo tu antílico… 
Para los que ya no están para los que estás y los que vienen 

Un nómada sin rumbo 
la energía negativa yo la derrumbo 
Con mis pezuñas de cordero 
me propuse recorrer el continente entero 
Sin brújula, sin tiempo, sin agenda… 
Inspirado por las leyendas 
por historias empaquetadas en lata, 
con los cuentos que la luna relata 
aprendí a caminar sin mapa… 
A irme de caminata sin comodidades, sin lujo… 
protegido por los santos y los brujos… 
Aprendí a escribir carbonerías en mi libreta 
y con un mismo idioma sacudir todo el planeta… 
Aprendí que mi pueblo todavía reza 
porque las “fucking” autoridades y la puta realeza… 
todavía se mueven por debajo’ e la mesa… 
aprendí a tragarme la depresión con cerveza… 
Mis patronos yo lo escupo desde las montañas 
y con mi propia saliva enveneno su champaña… 
Enveneno su champaña… 

Sigo tomando ron… 

Tengo tu antídoto… 
Pal’ que no tiene identidad 
Somos idénticos… 
Pal’ que llegó sin avisar 
Tengo tu antílico… 
Para los que ya no están para los que estás y los que vienen 

En tu sonrisa yo veo una guerrilla, 
una aventura un movimiento… 
Tu lenguaje, tu acento… 
Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto… 

Ser un emigrante ese es mi deporte… 
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte, 
sin transporte… 
a pie, con las patas… 
pero no importa este hombre se hidrata 
con lo que retratan mis pupilas… 
Cargo con un par de paisajes en mi mochila, 
cargo con vitamina de clorofila, 
cargo con un rosario que me vigila… 
sueño con cruzar el meridiano, 
resbalando por las cuerdas del cuatro de Aureliano… 
Y llegarle tempranito temprano a la orilla… 
por el desierto con los pies a la parrilla… 
Por debajo de la tierra como las ardillas, 
yo vo’a cruzar la muralla… 
yo soy un intruso con identidad de recluso… 
y por eso me convierto en buzo… 
y buceo por debajo de la tierra… 
Pa’ que no me vean los guardias 
y los perros no me huelan… 
abuela no se preocupe que 
en mi cuello cuelga la virgen de la Guadalupe… 

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