sábado, 3 de diciembre de 2011

Los zapatos de Sebastian

La idea inicial era ir a comprarme un par de zapatos, pero ya saben los estimados lectores que para eso de las auto-compras soy un desastre, la última vez que dije ir de compras, en vez de comprarme la ropa prevista terminé en una librería gastándome la mitad del presupuesto del retapizado en purititos libros. Soy una snob u_u

El jueves me pasó lo mismo. Quedamos de ir a tomar un café con un amigo y al ver languidecer la plática, como suele pasarme últimamente, pensé en ir a comprarme unos flats para andar cómoda y bajarme de una vez de los tacones de la oficina, ya entré en rebeldía y ya ando en tenis, unos flats al menos son menos obvios a la hora de vestirse cómodamente.

Ahí andaba yo, sorteando los peligros de un centro comercial en temporada pre-navideña cuando encontré la zapatería que andaba buscando. Entré y lo primero que vi fueron una botas azules que me llamaban peligrosamente la atención y la billetera... es que se me han de ver bien lindas con jeans ^^ a  parte de aumentarme unos diez centímetros al ego XD. Pero no... hay que enfocarse en las necesidades y no en las vanidades... sigo buscando y nada, nada de mi agrado. Empiezo a preocuparme, no hacen zapatos lindos para andar cómoda en la oficina, bueno, nada socialmente aprobado como tal.

Estaba en franca desolación, para variar cuando los vi... eran lindos... eran pequeñitos y tenían en un lado marcado con fierro marcador el tradicional chuchito con ojos tristes... me los imaginé en los piecitos de mi sobrino. Agarro el teléfono y marco.

- Aló... Ona? (así llamamos cariñosamente a mi hermana, mamá de Sebastian)
- Aló, ¿tía? shoy yo, tu shupertlemendo.
- Hola cipotillo, mirá sentate y mirá qué número tiene tu zapato en la suela..
- ¿Cuál de los dos zhapatos? (ay los niños!   >_<)
- Cualquiera amor, el que más te guste :P
- A puez el izquierdo (lágrima de orgullo al saber que mi sobrinete ya distingue la izquierda de la derecha)
(inserte un breve momento)... dice 9 tía...
- ¿qué color te gusta más? (pregunto por si las diule)
- Azul (lo amo, lo amo, lo amo, lo amo.... ^^)
- Vaya
- ¿me vas a traer zhapatos azules?
- Si, te gustan los zapatos azules, verdad?
- A mi me encantan, pero a mi mamí no le gustan, solo los cafés, traeme cafés para que me los ponga y ella no me diga que no (nueva lágrima patrocinada por este bichito que busca el equilibrio entre mis gustos, los de él y los de su mamá)
- Vaya, te los  voy a llevar cafés.
- Mushas gracias tía...
- Y tu mamá no está?
- Como no, está cocinando con la tia Barn (mi otra hermana), les voy a decir que vas a venirme a dejar los zhapatos para que te hagan algo rico de comer (este niño si que me conoce >_<)

Seguimos hablando un par de cosas más y colgamos... "Me da de estos en café en talla 10" (si, siempre se le compra una talla más al cipotillo porque está creciendo tal cual planta recién abonada).

Ayer que llegue (milagrosamente temprano) se los di, estaba extasiado... se los puso y caminó por toda la casa "para probarlos"... Shon shuper bonitos tía, gracias!

Todos empezaron a alistarse para ir a una cena familiar a la que se nos convocó, yo me puse la pijama y me tiré al sillón a ver tele un rato. No recuerdo a qué hora me quedé dormida, pero cuando desperté en la madrugada, fui a verlo a su cama... estaba dormido y tenía los zapatos puestos, empecé a quitárselos, mi hermana se despierta y me dice "no se quita los zapatos ni para dormir, como si nunca hubiera tenido ¬¬".

Sebastian siempre es como un faro en mi vida, a base de afecto e ingenio me saca de las oscuridades que me habitan. No son los zapatos, ni son los dulces que me guarda de sus piñatas, es su abrazo tierno, es su mirada y su vocesita diciéndome "no tía, hoy no es día de besos" porque al final nos parecemos mucho y lo quiero con esa incondicionalidad que pocos se han ganado de mi parte.

Mañana se gradúa de Kinder. Todos estamos convocados al mega-evento. Ya dijo... llevará sus zapatos cafés ^^




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