Era un cachorro de un mes de nacido cuando Robz me lo llevó a casa. El amor familiar fue unánime y todos lo lloramos mucho cuando murió a causa de un bocado (sé dónde vives MATAPERROS!).
Hoy recordé a mi cachorro gracias a Ligia. Me robé esta foto y su frase mítica porque tiene tanta razón.
"Cúspide de la felicidad perruna (posiblemente de la humana y no nos hemos dado cuenta): jugar en un espacio abierto bajo el sol, con el estómago lleno y con una persona que te quiere." (Ligia)
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1 comentario:
Gracias, chera! Me alegra mucho que te gustara :')
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