Desprendimiento

Hace unos días atrás, un amigo me preguntó a cuántas personas quiero. No son muchas en realidad... incluso de esas pocas... hay toda una escala de cariño. No la daré a conocer, no vaya a ser que se me resientan algunas personas. Mi corazón está repartido entre 20 y 25 personas. Máximo... 30.

Por supuesto mi amigo es más "cariñoso", para él... su rango está en 100 personas. A mi me dolió solo de pensar que podría querer a 100 personas... digo... no daría a basto, el cariño para cada uno... sería demasiado limitado.

Soy una radical, me lo dijo mi estimado ese día. No sé... cuando hay algo que me daña es bien difícil que siga queriendo a mi agresor. Emilia me lo dijo... es tan difícil tener amistades de más de 10 años de antigüedad. De hecho, con ella, creo que es de las amigas que más tiempo y con consistencia ha estado en mi corazón... el próximo febrero cumpliremos 19 años de ser amigas.

¿Por qué es fácil querer y dejar de querer? Mr. Inu me dejó pensando ayer, cuando... entre vaso y vaso de cerveza... me soltó una frase que yo... oh mujer escéptica de toda palabra masculina... he deseado escuchar durante años.

Supongo que él... empedernido soltero, ha encontrado la piedra filosofal de todas las relaciones. Y yo... por primera vez en lo que tengo de conocerlo (dos años casi) le he admirado. Ahora que ya me pasó la goma, lo reconozco. Ya no quiero más desprendimientos.