Más por razones personales pero abonado por la historia nacional... odio a los militares.
Quizá sea siendo una niña uno me dejó la sensación que no puedo defenderme como yo quisiera. Son una raza peligrosa. Quizá mi odio nazca del temor, del miedo como tal.
Desde hace una semana, aunque nadie lo ha declarado como tal, pero así es... los soldados han montado guardia, han hecho patrullaje constante y han revisado a todo aquel que entra y sale de la colonia donde vivo con mi familia. Todos respiran con alivio pues dicen que está bien que cuiden. Todos menos mi padre y yo.
Siempre lo he dicho, el salvadoreño promedio tiene amnesia selectiva y las nuevas generaciones una terrible apatía por conocer de la memoria reciente, la recientita... esa que vivimos los que somos hijos de la guerra. Esa que no es muy lejana, a penas un rango entre diez y cinco años antes que nacieran en los noventas, tiempo en el cual... seamos honestos, fue tan fácil nacer.
Anoche que íbamos desde nuestros trabajos a la casa, mi padre y yo volvimos a tocar el tema. De alguna manera me alegra tener a alguien que comparta esta sensación conmigo. Al menos no me siento sola en este sentir. A medio camino, un retén de la policía de tránsito nos detuvo, le pidieron los papeles a mi papá y él que es un ser contrario a mi naturaleza, entabló conversa con el policía, un tipo joven... le dijo "Ajá... ya estrenaron nuevo director", la cara de sorpresa del hombre que dejó de revisar la tarjeta de circulación del camioncito... "¿¿¿Pusieron a Howar Coto???" preguntó con un sesgo de pseudo emoción. "No... pusieron a un militar" contestó mi papá. Increíble, al policía le cambió el rostro de un golpe, fue como si mi señor padre le hubiera dado otro tipo de mala noticia. "Ya nos jodimos" dijo como en voz baja, pero asegurándose que le escucháramos claro. Ya ni revisó nada más y solo le devolvió los papeles a mi padre. Seguimos nuestro camino.
Le decía a mi papá, que de los miles de argumentos de por qué no poner "militares retirados" al frente de estas instituciones de seguridad, no es solo porque se incumplen "maquilladamente" los tan celebrados Acuerdos de Paz, sino porque ante las agresiones que cometen, los militares no se detienen hasta verlo hecho mierda al agredido. No se detienen por nada, seas o no culpable de lo que te dicen que sos culpable. Lo sé por experiencia.
Al llegar a la entrada de la colonia... soldados, en el Boulevard principal... retén de soldados, por las calles de la colonia... soldados. Mi papá al constatar la plaga... "Ya nos jodimos".
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