Ayer platicábamos con Iba Pasando sobre esto de estar en campaña pre-electoral de nuevo... no piense que somos candidatos, no... aunque él dice que quiere ser Diputado... creo que en ese momento le dejaría de hablar definitivamente, pero eso de ser el "target" de los candidatos y candidatas de (prácticamente) dos partidos políticos no deja de ser algo tedioso.
Todo lo hemos escuchado ya y lo que nos falta escuchar son solo las diversas formas de descalificar a los contendientes. Después de eso, no hay nada nuevo bajo el sol, por ejemplo vean las "opciones" visuales de esta campaña (tanto en mupis, vallas y postes [no lo nieguen... pintan y pegan]), todas son un refrito muy refrito de campañas políticas en otros países.
Me pregunto, ¿acaso no hay respeto a la inteligencia del salvadoreño promedio? Ya sé la respuesta, no es necesario que me la restrieguen en la cara.
Las consignas han cambiado y las que han quedado resonando en eco desteñido... ya no logran encender el fulgor de mi rojo corazón.
Para mí, votar por la derecha.. nunca, nunca, nunca... será una opción, la única opción que me queda es decidir entre votar por gente que no me representa o anular mi voto para que otra persona no ocupe mi papeleta. ¿Qué hacer, Oh deidad de la cual dudo su existencia? Pues nada... atragantarme no solo la campaña oficial, sino todos los comentarios de algunos "amigos" de IP en el Facebook y no contestar porque mi ortodoxia va más allá de el amor partidario, el partido es solo una institución que, a mi parecer, pierde más el rumbo. Si hacen algo bien (los del partido) qué bueno, me alegra... y lo celebro, pero cuando no... tengo el derecho de decírselos... al fin y al cabo, están ahí porque hace tres años voté por ellos, deben respeto a esa confianza que no solo yo, sino miles de salvadoreños pusimos en mi voto en el 2009.
¿Cuánto falta no solo de campaña, sino de ataques, amantes bailando para la delicia no solo del presidente, sino de las mentes chucas y cochambrosas de viejas chambrosas y de hombres envidiosos de no tener semejante cuerpecito en sus camas? ¿cuántas cuñas y spots? ¿cuántas vallas, mupis y balas de regalito para carabanas tricolores? ¿cuánto, cuánto, cuánto tenemos que soportar esto?
Solo estoy esperando los discursos del 16 de enero para deshacerme en elogios a ellos y a ellas... se los merecerán, estoy segura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario