"Una sola mirada tuya,
una sola sonrisa tuya,
aunque no fuera al cabo para mí"
Platicaba anoche con Lelouthan sobre las cosas que nos pasan. La vorágine de vivir nos tiene ocupados entre el trabajo, los proyectos personales, el afecto a la gente, la familia y todo esto aderezado con los conflictos internos de nuestras bellas personalidades. Somos un caso.
Por supuesto, yo le cuento algunas cosas y sus reacciones me dejan pensando mucho. Puede ser que me diga "esas cosas" con tal de protegerme, es de los pocos hombres a los que sí les creo que me quieran. Pero igual, sus opiniones sobre mí y mi incapacidades afectivas (o mi capacidad afectiva mal dirigida, en realidad) me llena de inquietudes.
Le conté de las razones por las que a veces me encuentra sonriente, aún cuando estoy sumergida en cuestiones que me afligen o que me generan estrés. Ya estaba en casa cuando recibí un correo suyo. Me confirmó el hecho de que JAMÁS voy a sincronizarme adecuadamente con un hombre. NUNCA.
Al parecer o llego muy temprano o muy tarde, pero siempre llego cuando ya no hay remedio. Ésto, de alguna manera, me entristece... en serio... porque entonces... ¿qué gracia tiene el afecto?
Ciertamente, ahora que escribo más sobre las mujeres, empiezo a ver más de cerca al sector masculino y ya se lo he dicho a alguien, sería genial haberlos encontrado justo cuando estrenaronsu primer amor, porque es el que más recuerdan, o el que dicen haber "amado en serio, como todo mundo". En cambio, los he encontrado con demasiadas cicatrices o dolores ya añadidos que no permiten sentir lo que yo al final siento o no les permite construir recuerdos conmigo.
De esta manera, a lo único que puedo aspirar es que me cuenten cuando dedicaban canciones de amor, o escribían poemas sin miedo a la cursilería o de sus primeras borracheras de puritito amor o de sus esfuerzos de conquistas más naturales, descomplicados y sinceros. Y, en el secreto, le tengo envidia a todas las idiotas que machacaron sus corazones, ya me hubiera gustado que a mí me hubieran tratado así.
No es una queja, es solo un pensamiento sin malicia. Es la necesidad de una breve explicación y que me deje tranquila, que... como dice la canción... "aunque no fuera al cabo para mí"... al menos tuvieran intacta esa emoción por el afecto que les haga sonreír de vez en cuando. Me alegraría saber que, aún a pesar de sus pasados, mis amigos tuvieran la oportunidad de suspirar como cuando tenían 15 o 18 años, ante la presencia de una mujer. Me alegraría encontrar un tan solo hombre, en todo este país (no pongamos el planeta) que pudiera sonreír "así" ante mi presencia.
No me hagan caso... lo que sucede, al final, es que simplemente me siento sola.
1 comentario:
Uhhh... yo creo que en las cosas de las relaciones es bien complicado. Pero ¿porqué no lo ves desde el otro lado?, qué más hubiésemos querido encontrar a alguien con esa capacidad de afecto, de compartir pensamientos, sentimientos, bohemia y todo lo demás. Así que no sabemos quien ha perdido más: vos por no llegar a tiempo o, un hombre por no haberte hallado a tiempo.
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