viernes, 31 de diciembre de 2010

Pa terminar este año

Decidí que quería terminar muchas cosas este año, cosas que había iniciado pero que por alguna razón habían quedado estancadas.

La epifanía me llegó el miércoles pasado cuando mi doctor me dio otra opción menos invasiva de arreglarme el organismo, tuve la opción de algo que no creí posible... así que agarrando valor de no sé dónde y los ahorros obtenidos en el extranjero lo decidí en menos de dos minutos, resulta que siempre mis mejores decisiones han sido así, intempestivas como mi carácter.

Anuncié mi retiro temporal a dos personas y me sometí a una pequeña incursión a mi cuerpo. Espero no entrar a un hospital en mucho, mucho tiempo. Literalmente mi doctor hizo un pequeño exorcismo. Todo salió como esperábamos: bien.

Recuperación física añadiéndole una recuperación (digamos) psicológica.

Luego de a saber cuántos meses, heme aquí tal cual estaba hace un año, con una pequeña diferencia, ahora recibo el nuevo año sola. Tradición familiar es que el 31 todos los Rauda socializamos y nos vamos a la finca del abuelo fallecido allá en los Planes, esta vez no fui. Me quedé entre estas paredes con la excusa de la operación, a pocos minutos de iniciar un nuevo año me doy cuenta que estoy iniciando, no un retorno, pero si una recuperación de la persona que era. A lo mejor pasa que al cargar no solo con un defecto físico, sino también con emociones demasiado pesadas había mutado en alguien que no me gustaba.

Le comentaba a un amigo que comprendo el cambio en otras personas ante esta mutación, ni siquiera yo estaba soportándome últimamente, pero lo bueno es que estoy de regreso.

El martes pensaba que siempre he deseado sacarme la lotería, claro... nunca compraba ni siquiera un vigésimo. Como el 8 es mi número favorito decidí que en ese número compraría uno, luego de hacer muchas colas en el banco se me cruzó una señora vendiendo billetes de lotería. "Para luego es tarde" pensé. ¿Tiene en 8? si... deme uno... cuando estaba buscando mi vigésimo, la señora me dijo "en 5 no ha caído en mucho tiempo" (^-^) Le pedí otro en 5. Compré dos vigésimo... uno en 8 y otro en 5.

Hoy que regresé al hogar, me di a la tarea de averiguar en qué cayó la lotería. El segundo premio cayó en 5. El número exacto fue el 34015... yo compré el 36015...

Fuera de pensar que no me gané los 25, 000 dólares correspondientes al segundo lugar, me di cuenta de algo, le he perdido el miedo a jugar.

En el post previo a este hice una declaración de guerra, estaba jugando a otro juego con Iba Pasando, esta noche, al llegar al nivel 60 se dio a la tarea el querido amigo de restregarme en la cara su triunfo... sé que lo disfrutó. "Excusas... excusas...de excusas está empedrado el camino de los perdedores" fue el último mensaje de su parte. Tiene razón. Muchas veces, muchas personas han pensado que soy una perdedora. Pero eso no es en manera demasiado nuevo.

Recapacitando y recopilando un poco creo que lo grandioso es que no le tengo miedo a jugar, no importa si pasen muchos años para que vuelva a "jugar" con alguien mas o que me den ganas de ser una "buena" contendiente en las relaciones que establezco, lo importante es que no temo.

¿Que cuánto me gané en la lotería? Oh... sorpresa! 8 dólares... que cuál era mi meta inicial en el farmville... 40 (meta que logré allá por octubre) pero terminé en el nivel 58 esta noche. Perdí... y gané.

Cuando me fui en septiembre, pensé que todo lo había perdido: familia, hogar, novio, patria... todo. Y tuvieron que pasar varios meses para darme cuenta, aceptar y apreciar que perder no es la manera en la que quiero vivir. Ser normal no es el problema, el problema radica en querer quedarse siempre en la normalidad.

He perdido el temor y he ganado libertad, aunque se piense lo contrario.

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