Resulta que cuando eléctrica... (casi siempre) y la música me inunda siempre llega una canción que es la adecuada... y pareciese que esa canción dice exactillo lo que usted anda en la cabeza, en las entrañas y en algún lugar de su alma, untado inexorablemente y que usted no había podido decir con esas palabras exactas.
A mi me pasa a cada rato... lo curioso es que las canciones ahí están... existen desde hace rato... pero aparecen justo en el momento preciso. Como las personas. Me he preguntado muchas veces... si somos millones y millones de personas ¿qué es lo que sucede en el momento en el que nos encontramos con una persona nueva y la conocemos? ¿qué es lo que nos lleva a esos encuentros? No lo sé. Coincidencia? Atracción? Suerte? Destino? Estadística exacta? AJABER!
También me he preguntado desde hace una semana... ¿cuántas personas me faltan por conocer en esta vida? ¿Cuántas canciones no he descubierto todavía? No lo sé... nunca lo sabre.
Esta canción es la culpable de este desvarío madrugador.
Me perdí en un cruce de palabras
me anotaron mal la dirección
ya grabé mi nombre en una bala
ya probé la carne de cañón
ya lo tengo todo controlado
y alguien dijo no, no, no, no
y ahora viene el viento de otro lado
dejame el timón
y alguien dijo no, no, no...
No ves que siempre vas detrás
cuando persigues el destino.
Siempre es la mano y no el puñal,
nunca es lo que pudo haber sido.
No es porque digas la verdad,
es porque nunca me has mentido.
No voy a sentirme mal
si algo no me sale bien,
he aprendido a derramar
y a chocar con la pared,
que la vida se nos va
como el humo de ese tren
como un beso en un portal
antes de que cuente 10...
Y no volveré a sentirme extraño
aunque no me llegue a conocer
y no volveré a quererte tanto
y no volveré a dejarte de querer...
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