Siguiendo con la temporada "afectos desordenados" he aquí la triste historia del niño que quiso crecer y que después ya no...
Sebastian, mi sobrino ha andado con la cantaleta de "ya soy un niño grande", me lo dijo con esas palabras esta mañana y con una cara de orgullo solo comparable con graduaciones y otros eventos memorables en la ardua tarea de hacerlo sentir a uno como gente adulta. Bueno... qué bien que ya sos grande, le dije yo... a lo que él agregó: "por eso ya no voy a tomar pacha". Ahíta el peine... mi hermana le ha estado lavando el cerebro con eso de que ya está grande con la intención de que su pequeño vástago de tres años deje la costumbre de tomarse una pacha al día, a la hora de dormir.
Bueno... pasó.
Salí y regresé muerta de cansancio, sigo pagando mis pecados vía "cola en el banco"... así que entré, gruñí en respuesta de algúna pregunta tonta y me fui directito a la lona... me ranié.
10 pm y todo tranquiloooooooooo... me desperté luego de un sueño un poco presagiador, feo la verdad... eso de estar bien cuajado y de repente abrir los ojos, uno queda en estado zombie un rato y no atina si sigue dormido o si ya se despertó en serio... di un par de vueltas más en la cama antes de levantarme, hice recuento de mi cuerpo y me di cuenta... AL FIN NO ME DUELE NADA A CAUSA DE LA GRIPE... creo que el virus ya se petatió. Solo me dolía la cabeza un poco por la forma brusca de despertarme.
Me levanté y me encontré con Sebastian y mi hermana, solo ellos estaban despiertos, el resto de la tropa estaba dormida ya, estaban teniendo una "conversación madre-hijo" en la cuál ella estaba reforzando la idea esa... los niños grandes no toman pacha y vos sos un niño grande, además... ¿qué va a decir la gente? ¿que diría el resto de la familia si se enteran que tomas pacha? y cosas dañinas. Pasé de largo porque yo en eso no me meto, a menos que la educación de mi sobrino lo requiera trato de no meterme porque no vaya a ser.
Bueno, el bicho estaba eléctrico... estaba jodiendo de lo lindo... le había agarrado gritolera ¬¬ empezaba a impacientarme y mi hermana al ver las primeras señales en mi hizo lo más sabio... lo mandó a acostar.
Ahí es donde cristo empieza a padecer!
"Traeme mi pachaaaaaaaaa" le dijo Sebastian a su madre mientras entraba al cuarto.
En resumen, mi querido sobrino está en la fase de gemido luego del llanto desgarrador de querer entender por qué él es un niño grande y por qué ya no debe tomar pacha y por qué ya no le parece tan atractiva esa idea de crecer... y por qué extraña tanto a su pacha.
Bueno, los afectos desordenados a la orden del día...
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