Cuando digo: "ordenar el tiempo", no me refiero al tiempo "temporal" racional, en el concepto que manejamos siempre, de horas, minutos y segundos.
Puede ser que yo haya dicho: "tres meses", pero lo importante no es el número de días, horas, minutos y segundos (92/2,208/132,480/7,948,800).
Mi tiempo, tu tiempo, el tiempo de las cosas que suceden... nunca son los mismos y nosotros no seremos jamás los mismos después de este tiempo.
Cuando te menciono, mi querido amigo, que hay que ordenar el tiempo... me refiero más bien a estar atento, con los sentidos alerta y totalmente conciente de lo que está pasando. Ordenar el tiempo también es ordenar los afectos.
Nada, nada... absolutamente nada puede afectar lo que estamos construyendo. Eso incluye a los desacuerdos, porque aunque (en esta ocasión) no te entiendo, comprendo tus razones.
Besos.
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