domingo, 8 de marzo de 2009

El mar

Para mí el mar es el lugar donde logro arrancarme los recuerdos e inicio, ahí frente a sus olas, nuevas etapas.

No voy muy seguido, es más, tenía casi dos años de no ir. Pero luego de un mes de lucha, al fin, ayer pude ir.

Supongo que son pequeños ritos míos. Quizá sea que frente a esa enorme masa de agua me siento bien.

Los conocedores de esas cosas esotéricas y horoscopianas han determinado que soy un ser de agua. Aseguran estos especialistas que mis raíces son marinas. No lo sé. Yo no me siento tan costeña que digamos... jajaja, pero si... cuando logro llegar al contacto de las playas... ah... como soy feliz.

Con un artista compartimos el día de nacimiento y él asegura ser un "animal tropical-marino", un día me regaló una concha con una sirena pintada, muy hermosa. ¿Seré yo un "animal tropical-marino" también? ¿Quizá si sea cuestión de fechas de nacimiento? No padezco de ansiedad marina habitualmente, pero ya en la última semana añoraba la caricia de las olas.

Ayer, con mis pies mojados recordé cuando mi padre me llevaba al mar, irónicamente yo le tenía pavor a las olas y le pedía a mi papá que me chineara, hay una foto familiar así... yo sentada en su hombro izquierdo, observando como el mar cubría a mi papá hasta la cintura, eso fue hace ya 28 años.

El mar y el viento me limpiaron mucho el pensamiento ayer y logré ya no sobredimensionar acontecimientos recientes, puse un poco de orden en mis afectos y puse en su lugar un par de sueños que he estado teniendo recurrentemente y aunque no fue durante mucho tiempo, me dejé querer por el agua.

El mar, para mí, es como un gran alivio, como una gran toma de conciencia, como un recuerdo básico, como una infinita sinfonía de pensamientos.

El mar.

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