Esta vez no me refiero al movimiento de revitalización cultural que se dió en Europa en los siglos XV y XVI. No me refiero en ninguna manera a las obras de Rafael, Miguel Ángel, Sandro y Bramante, menos a Da Vinci, tampoco a Durero, ni al Bosco, ni al contrapunto musical nacido en ese tiempo.
Renacimiento es hoy. Luego de sentir como entra el aire por mi nariz, ensancha mi pecho, escuchar el latido de este insolente que me habita, luego de tomar conciencia de este oído que no funciona y del otro que oye de más... Luego de ver los rostros que nunca hubiera conocido si la vida no fuera como es.
Renacimiento no es salir de un vientre otra vez, sino su carga energética de experiencias vividas hasta hoy, han sido, para mi, los adioses y los bienvenidos... los abrazos y las separaciones definitivas, ha sido el amor y el desamor, la verdad y la mentira también. Renacer ha sido difícil a veces, es más... hay días que sigue siendo difícil... justo cuando no quiero bajar de la nube donde me siento cómoda, ni cuando me da miedo la multitud de pensamientos que tengo y que a veces me da pereza ordenar. Cuando le tengo miedo al amor.
Renacimiento ha sido hoy... escuchar tu voz.
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