Si yo fuera hombre... definitivamente ella sería mi "anima", pero como esta vida dispuso que ambas seamos mujeres, pues no hubo más remedio que ser amigas.
Aterrizaba en los 15 años cuando ella llegó... venía de un colegio de "niñas bien", con blanco e impecable uniforme, cuello azul, calcetas hasta la rodilla... todo lo cambio por camisas de niño y falda de tela de mantel de pic-nic... zapatos de hombre y calcetas dobladas.
Un día dijo... recién llegada a nuestro grupo de amigos "raros": "si.. yo siempre me llevo bien con la mara marginada" (¬¬) entonces lo supe... es franca y transparente para decir lo que piensa, pero no por maldad o por imprudencia, es simple honestidad, claro... de esa honestidad que cae mal de repente. Tuve que aprender a quererla así. Después de todo no era mentira... yo siempre he sido medio marginada, no porque me marginen, es que no me gusta estar en medio de la gente y a ella no le gusta la gente popular. Nos complementamos bien.
Hoy llega a los 33 años esta niña-mujer, ella que me ha sostenido en la crisis más terrible que he pasado, el primer retorno de Saturno me llegó en un momento adecuado... junto a ella y gracias a ella pude renacer en muchos aspectos. Ciertamente nunca serán suficientes el agradecimiento y el cariño que le tengo.
Hoy no importa que fuera domingo nostálgico, ni que se jugara el Super Bowl, qué importa la crisis en Egipto y que Chávez llegara a 12 años de socialismo en Venezuela, no importa que yo haya perdido un amor, o que ella haya estrenado otro, no es importante que ella siga con los gringos y yo haya empezado con los Holandeses, seguimos siendo nosotras... las gárgolas, las implacables, las terribles, las rebosantes de ternura, tías eternas, hermanas solidarias, hijas complicadas, mujeres fuera de serie... que damos miedo a los hombres que no logran comprendernos... no importa que viajemos a Costa Rica, Guatemala o que la mente nos vuele a donde nunca hemos ido.
Yo que me tardo tanto en comprender algunas cosas del corazón, recuerdo que mientras éramos un par de quinceañeras dispuestas a luchar por lograr un lugar en este mundo para nuestros respectivos 1.5 m de altura tuvieran el porte adecuado de gigantescas mentes buscantes de sabiduría, logramos encontrarnos y justo cuando parece que la otra no aparece... lo recordamos... una existe al otro lado de una pantalla, leemos nuestras locuras en el Facebook y nos reímos con libertad, aunque otros no logren comprender nuestra "gracia".
Nos hacen falta tomar muchas dosis de café, conformar muchos soundtracks, gritar muchas verdades, decir algunas frases sacudidoras, reír mientras otros lloran o llorar mientras odiamos a otros.. No importa cuánto sea el tiempo que pasemos juntas, lo importante es haberla encontrado y que forme parte de mi vida y tratar de ser de ayuda en la suya.
Feliz Cumpleaños mi querida Anima
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