Soy medio sorda, no sé si es de nacimiento o producto de la infancia enfermiza que tuve, el asunto es que no oigo bien.
A lo mejor por eso me gusta escuchar música, encasquetarme los audífono y concentrarme en un sonido agradable y no el constante e interminable zumbido que me afecta el oído izquierdo. Mas de algún romántico intentó decirme dulzuras al oído, pero esa técnica no funciona conmigo, me da una sensación de ataque frontal y pues... por lógica... me defiendo. Ash... soy una anti-romance hasta en eso.
¿Por qué hablar del sonido y no del silencio que me gusta más? Bueno, un día como hoy, del siglo XIX nació Thomas Alva Edison, prolífico inventor... él fue medio sordo y creo que entendería lo que estoy platicándoles, en un intento de naturalidad en su vida, dedicó parte de sus invento a la búsqueda del sonido y para que los que no oímos bien tuvieramos acceso a ese mundo de caos sonoro.
El fonógrafo, la bases para los amplificadores de sonido, los aparatos auditivos y otros tantos que nos acercan a la normalidad en ese aspecto, hay que agradecérselo, después de todo... un mundo sin sonido es bien aburrido
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