sábado, 15 de diciembre de 2012

Confianza, confidencia, complicidad y otras cosas con "C" que me gustan con algunas personas

Soy poca para estar en medio de las multitudes, supongo que me asustan un poco, en especial si hay alcohol corriendo por ahí, desmedido y desmandado.

El miércoles pasado, luego de meditarlo un poco y de caen en cuenta que me pesa el cansancio, decidí no ir al baile de las fiestas patronales, a pesar de que en la oficina hubo una campaña para ir en conjunto. Decistí a tiempo y me quedé tirada en mi cama, "platicando" via whatsapp con alguien.

Varias cosas han pasado esta semana en varias áreas (o colectivos) a las que pertenezco. Es como un karma, justo ahora que deseo tranquilidad o rutina, resulta que no la siento cercana. No importa, hace rato decidí que lo tiene que venir, que venga. Nada puedo hacer para evitar ciertas cosas.

En medio de todo ese tropel de cosas, siempre está la gente. Como siempre he sido bastante distante o celosa de algunos datos propios, no suelo depositar tanta confianza en la gente, porque es difìcil ese tipo de administraciones interiores, así que el tiempo me enseñó que una tiene derecho a la confianza, a las confidencias y a la complicidad, pero que es mejor tener todo eso repartidas en pocas personas.

Por supuesto hay reclamos... en la familia, cuando sienten que no saben algunas cosas de mí, Lelouthan se enoja porque dice que nunca le cuento "nada" de lo que me está pasando, que a veces siente que no es mi amigo porque anantes doy señales de vida, mi grupo de amigas ya ni me invitan a beber como lo hacíamos el año pasado, todos los viernes al salir de las respectivas oficinas, Carmen no se extraña ya de mis desapariciones, otros dicen que simplemente existo en realidad porque habito un cuerpo.

Encontrar alguien con quien poder reír con la desfachatez suficiente para auto burlarse de las cosas tontas que se viven; alguien con quien poder hablar de las cosas "serias" que suceden en el trabajo, donde toca escuchar cosas dolorosas y que la dejan a una cansada de tanta injusticia, de tanta tragedia, de tanta indignación compartida; alguien complice de las pequeñas aventuras para las cuales una pude recordar la valentía y recordar que siempre es buen tiempo para vivir, aunque no se entiendan algunas cosas, aunque ya no se crean otras, aunque otras sigan intactas. Encontrar a alguien con quien compartir es difìcil. No se puede.

No menosprecio la compañía de la gente que me tiene aprecio, pero ninguna sabe todo de mí, saben partes de mí y la lealtad de estas personas ha sido un regalo, del cual son conciente que no correspondo como debería, en algunos casos hago esfuerzos.

A todo esto, estoy divagando porque este amanecer me ha tocado pensar y pensar nunca es malo, pensé que no importa si son pocas las personas con las que tengo confianza, son las adecudas y aunque son mucho menos las personas que han visto mis cicatrices, son esas las que reunen la mayoría de  "C"s.

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