jueves, 6 de diciembre de 2012

Oscar Niemeyer

Ha muerto otro de los que admiro.

Es raro enfrentarse a este tipo de muerte que aparece en un artículo o que circula por un tuit o simplemente que, cuando me pasa la distracción crónica me entero que ya no están. Así me pasó con Bennedetti o con Mercedes Sosa, o con Chavela Vargas.

Hoy se ha ido Oscar Niemeyer. Lo conocí gracias a Galeano, quien me contó de su hermosa vida y su espléndida obra.

Al leer la noticia de su muerte, recordé que alguien, hace muchos meses, un día me mandó esta frase:


"No es el ángulo recto que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida. De curvas es hecho todo el universo, el universo curvo de Einstein." — Oscar Niemeyer.

Sucedió que ese 18 de mayo, yo estaba pelando con mi terror a ese mes, por supuesto que recibir este tipo de detalles de alguien que estás conociendo caía bien pues era señal de que en realidad me estaba conociendo o al menos captaba qué es lo que me gusta. 

Niemeyer me gusta porque amó lo que hizo, todo lo que surgió de él, incluso las iglesias que diseñó siendo un ateo convencido y me deja claro que SOLO AMANDO LO QUE HACEMOS, realmente llegamos a hacer cosas grandes sin abandonar nuestra pequeñez.

Adiós Niemeyer


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