lunes, 17 de diciembre de 2012

Ir a mi casa

Tengo un desarraigo bastante raro y serio con la familia, es decir, les amo profundamente, pero tengo años de no sentirme parte de su dinámica. Ellos, pobrecitos, se esfuerzan en "insertarme" y yo a veces cedo.

Una persona me hacía un comentario la semana pasada, esta persona tiene totalmente claro que el lugar donde nació es su casa y San Salvador es solo "donde vivo". Dichoso.

Me quedé pensando desde entonces, pero se aceleraron dichos pensamientos el domingo cuando, creyéndome dormida, mi mamá y una de mis hermanas se enfrascaron en la complicada discusión de "donde vive KR". Mi hermana le decía a nuestra madre que mi casa es en Suchitoto, en base al tiempo que paso acá, mi mamá le contradecía diciendo que mi casa es donde ellos están. Yo solo me preguntaba ¿por qué discuten sobre eso?

No es raro que de vez en cuando sienta que no tengo un lugar en el mundo, tanto así que para darme una especie de consuelo, siempre he pensado que mi casa es donde me siento bien, con la gente (familiar o no) con la que me sienta bien. 

Esta tarde vine temprano a mi casa... este lugar donde vivo en Suchitoto... subí a la parte más alta del patio y vi el atardecer. Llegué a la conclusión que mi casa no es solo ese lugar que recoge gente que quiero, o un espacio físico concreto. Mi casa es donde me siento bien conmigo misma. 

No hay comentarios: